The Twisted Tales of Spike McFang
Locke
Super Nintendo
Bajo este peculiar título se esconde un desconocido juego de Super Nintendo lanzado en el año 1993 en Japón y al año siguiente en los Estados Unidos, pero que nunca llegó a tierras europeas.
En él se narran las aventuras del joven Spike McFang, príncipe de los vampiros, cuando su reino se ve invadido por el general del ejército de los zombies. El juego mezcla con relativo éxito el concepto de beat’em up de avance por fases lineales con el control y las mecánicas de un action RPG muy simplificado. Es decir, ganaremos experiencia matando enemigos, subimos de nivel, tenemos equipo e inventario pero nuestro único objetivo es abrirnos paso por niveles atestados de enemigos para así llegar a la siguiente zona. No busquéis exploración, misiones o secretos porque no los encontraréis.
Desgraciadamente durante la conversión occidental decidieron aumentar exageradamente el nivel de dificultad del juego doblando la vida de los enemigos y reduciendo la del protagonista, creando así una curva de dificultad con un escalón inicial salvaje que requería aplicar mucha paciencia para sobrepasar los primeros compases del juego, motivo por el cual no tuvo el éxito comercial del que sí gozó en Japón.
Peder /5/ The Twisted Tales of Spike McFang es uno de esos action RPG donde el “action” pesa mucho más que el “RPG”. Tanto es así que estamos hablando prácticamente de un juego de “yo contra el barrio”, sólo que con vista aérea y una estructura que recuerda mínimamente a los grandes exponentes del género que por aquel entonces eran la salsa de Super Nintendo. Precisamente la comparación con estos grandes (Secret of Mana, Illusion of Time…) no le sienta nada bien al título del vampiro McFang y es posiblemente una de las razones por las que no llegó a Europa.
Si nos olvidamos de comparaciones, lo que tenemos es un juego con un apartado artístico muy cuidado y una jugabilidad interesante echado a perder por una música extremadamente repetitiva y una dificultad desmedida. Esto último tiene arreglo si nos entretenemos en subir de nivel luchando una y otra vez contra los mismos enemigos y recogemos de paso dinero para mejorar nuestro equipo. Lo que no tiene arreglo es un diseño de niveles muy poco inspirado y la total ausencia de variedad en el desarrollo que, como ya os decía, convierte el juego en un simple avanza y mata.
The Twisted Tales of Spike McFang no es un mal juego pero si lo que quieres es un action RPG, es un delito jugar a éste con el catálogo que tiene esta consola.
Sergitron /5/ The Twisted Tales of Spike McFang es un juego poco conocido dentro del extenso catálogo de Super Nintendo, de hecho, no lo conocía ni de oídas (supongo que porque nunca llegó a salir en Europa) hasta que se propuso para un nuevo número de Retrologies. Es una aventura en vista cenital tipo action-RPG de los que tanto se llevaba en esa época, con un estilo muy Zelda, ya sabéis, batallas en tiempo real, mundo abierto, mazmorras, puzles… y bueno, después de haberlo probado (aunque no muy en profundidad, todo hay que decirlo), no hay nada destacable en el título que me motive a seguir jugando; y aunque posee un apartado gráfico bastante bueno y colorido, tiene por el contrario una banda sonora lamentable. Me atrevería a decir que ha sido el primero juego de SNES que he tenido que silenciar para poder seguir avanzando.
Jugablemente no me ha parecido nada del otro mundo, de hecho, me ha aburrido soberanamente y no me incitaba a seguir jugándolo ni por su historia ni por diversión. La pregunta es: ¿vale la pena jugarlo? Pues supongo que en su día en el año 94 podría tener su aquel o su encanto especial, y puede que en la actualidad muchos lo vean como un producto decente, seguro que tiene su público…. pero no es mi caso.
DannySP /7/ La época de los 16-bits nos dejó grandísimas joyas de este género, auténticas obras maestras que penetran los límites del olvido y llegan hasta nuestra mente para recordarnos lo grandes que siguen siendo. Y desgraciadamente The Twisted Tales of Spike McFang no es una de ellas. El juego es bueno, pero flojea en algunos aspectos, por ejemplo en la música y en el nivel de dificultad, pero sobre todo en el carisma de un joven vampiro que no pinta mucho como héroe, con una historia totalmente fuera de lugar en la que incluso se atreven a utilizar teléfonos móviles para comunicarse, ¡en pleno 1993! Algo que me ha llamado muchísimo la atención.
Desde luego, para enfrentarte a este juego, tienes que tener dos cosas; una, estar bien armado de paciencia, su alta dificultad en determinadas partes te obligará a volver atrás para eliminar multitudes infinitas de enemigos con el fin de poder subir nivel y continuar con la aventura. La otra cosa que tienes que tener es un tapón en los oídos. Tampoco dista mucho de la media de calidad de sonido en la época 16-bits, pero podían haber sido algo más compasivos al elegir una melodía de 6 notas que vas a estar escuchando una y otra vez, sin parar.
En general Spike es entretenido, y con la suficiente pericia puede llegar a disfrutarse y resultar una experiencia reconfortante. Los gráficos están cuidados, las animaciones son graciosas y las posibilidades de ampliar nuestra baraja de cartas para ejecutar diferentes ataques, completan una jugabilidad decente y fluida, sin muchas complicaciones.
Sin duda, si lo hubiera pillado hace 20 años, me habría pegado buenas viciadas, seguro.
Locke /7/ Spike McFang era un juego muy difícil en su época y lo es aún más hoy en día donde los jugones de toda la vida nos hemos ido ablandando conforme los juegos se hacían más accesibles y las nuevas generaciones vienen blandas de serie. No obstante si tienes la tenacidad suficiente para superar el primer castillo el juego gana algo de suavidad y se convierte en una experiencia bastante desafiante pero nada injusta que requiere avanzar con precaución y diseñar estrategias para cada enemigo, cosa poco común en este tipo de juegos que suelen ser de ir mucho más a saco.
Viéndolo de esta forma se entiende que decidieran aumentar la dificultad en la conversión ya que estamos ante un juego muy corto que en su versión japonesa es un paseo de un par de horas y que ofrece un nulo valor de rejugabilidad debido a su linealidad y escasa profundidad. Con este sencillo cambio consiguieron transformar un juego para niños japoneses en una experiencia sólo apta para machotes americanos a costa de sufrir una primera hora de juego capaz de echar atrás a los menos osados.
The Twisted Tales of Spike McFang (sin duda lo mejor del juego es su genial título) no puede competir contra los grandes exponentes del género, pero sí es capaz de hacerse un hueco entre los destacables gracias a un enfoque diferente y a su base, sencilla pero muy sólida.