
El Presidente de Nintendo parece un hombre de retos, de eso no cabe duda. Porque el futuro de Wii U, muy incierto y con muy mala pinta, pasa por dar un vuelco de 360 grados a la situación porque de seguir así el batacazo podría ser considerable. Iwata parecía haber aprendido de sus errores ya que Nintendo 3DS tuvo unos comienzos bastantes difíciles, pero cogieron rápido la sartén por el mango, bajaron el precio de la portátil y encima la han tenido nutrida de forma constante de grandes juegos que la han llevado al lugar que ocupa hoy día, consola de éxito donde las haya (como todas las portátiles de la compañía nipona).
Nunca pensé en la renuncia como una opción y creo que mi trabajo es hacer lo que puedo hacer para obtener resultados, y estoy tan apasionado por esta responsabilidad como siempre.
Aquí podéis leer las declaraciones completas de Iwata a los inversores, la semana pasada:
Que una plataforma pueda lograr un gran entrada en el mercado o no, depende de su impulso. Con el impulso podemos esperar una gran cantidad de efectos sinérgicos. Por otro lado, cuando una plataforma pierde impulso, diversas fuerzas trabajan en contra de ella. Nintendo DS mientras luchaba al principio logró un giro más tarde. Con Wii tuvimos la suerte de cruzar el abismo entre los primeros compradores y la mayoritaria acogida, algo que hay que superar para popularizar los productos, incluidos los sistemas de videojuegos, antes de que saber ni siquiera lo que hicimos. Nintendo 3DS tuvo un comienzo difícil pero nos las arreglamos para darle la vuelta más tarde. Hasta ahora no hemos sido capaces de hacerlo con Wii U. Esto es donde nos encontramos en estos momentos. Nunca he pensado en la renuncia como una opción y creo que mi trabajo es hacer lo que puedo hacer para obtener resultados, y estoy tan apasionado por esta responsabilidad como siempre. Sin embargo, ya que tenemos que asumir la responsabilidad de alguna forma anunciamos que nuestra gestión recibiría cortes de compensación.