
En 2011, el ex empleado de Sony Seijiro Tomita, demandó a Nintendo por infringir una patente suya para el uso de una pantalla 3D sin necesidad de gafas. Después de una larga etapa judicial en la que todo parecía decantarse claramente a favor de Tomita, el juez de la corte de Nueva York, Jed Rakoff, ha condenado a Nintendo a pagar un porcentaje fijo por cada consola 3DS vendida a partir de ahora.
Si, como Tomita indica, la tasa por royalties se expresa en un montante fijo en dólares por unidad vendida, Tomita se quedaría con una proporción cada vez mayor por cada venta de la consola a medida que el precio se redujera. Esto daría como resultado una ganancia salarial inesperada para Tomita y, en consecuencia, el tribunal prefiere una tasa por royalties expresada como un porcentaje del precio al por mayor.
Nintendo deberá abonar a Tomita el 1,82% del precio al por mayor de cada 3DS vendida (unos 3 dólares aproximadamente), además Nintendo también deberá pagar 241.231 dólares en concepto de daños.