
Tras el vacío dejado en 2012 con la cancelación de la feria Gamefest, Madrid estaba pidiendo a gritos un evento que tomara el relevo y volviera a poner en contacto a los jugadores con las compañías de videojuegos, donde poder ver y disfrutar todas las novedades de este mundo que tanto nos apasiona y que cada día cuenta con más y más aficionados.
La asociación aDeSe ha escuchado las suplicas de los jugadores y se ha sacado de la manga este pequeño E3 madrileño que hoy cierra sus puertas tras tres intensos días abierto al público. La respuesta no podría haber sido más positiva ya que la afluencia de asistentes ha sido monumental, con entradas agotadas desde días antes de la inauguración.
Las estrellas del evento por supuesto han sido las consolas de nueva generación. Las colas para probar PS4 y XBOX One eran inmensas a pesar de que ambas compañías tenían una gran cantidad de puestos de juego, pero tampoco se quedaba atrás la fila del stand de Mountain Labs donde los asistentes podían experimentar la realidad virtual de la mano de las gafas Oculus Rift, o la marabunta de gente que rodeaba el stand de Nintendo deseosos de meter mano a los próximos lanzamientos de Wii U como Mario Kart, Donkey Kong o Bayonetta 2.
La puesta en escena de todas las compañías ha sido realmente espectacular. No han faltado los superdeportivos para acompañar a los próximos Forza o Driveclub, las espectaculares estatuas de juegos como Ryse o Destiny e incluso la cabina de un auténtico caza de combate donde los asistentes podían entrar para sentirse como los protagonistas de Battlefield 4. Hemos echado de menos el increíble mecha de Titanfall a tamaño real que pudimos ver en la Gamescom, pero a pesar de ello hay que poner un diez a todas las compañías en este aspecto.
El contrapunto al brillo y glamour HD de las consolas del futuro lo han puesto los chicos de Retromadrid, que han contado con un espacio bastante grande donde han conseguido que los más nostálgicos soltaran una lagrimilla recordando su infancia mientras echaban una partida a aquellos ordenadores de 8 bit que iniciaron todo este movimiento a finales de los años 70. O el pequeñito puesto de Madeinspain Games donde se podía ver que el desarrollo de videojuegos nacional no empieza y termina con los Castlevania de Mercury Steam sino que hay muchos más estudios que quizás cuentan con menos medios, pero desde luego no les falta ilusión.
La guinda a todo este pastel han sido las interesantísimas conferencias a las que el publico ha podido asistir, como la presentación de Ryse por parte del director de diseño de Crytek, tres coloquios sobre cada una de las nuevas consolas de la mano de Hobby Consolas u otro sobre el papel del PC en la próxima generación realizada por la gente de Micromanía. Desde luego contenido no ha faltado.
Como conclusión podemos decir que estamos muy satisfechos con esta primera edición de MGW ya que a pesar de las inexplicables ausencias de Ubisoft, Bethesda, Konami o Square-enix nos hemos encontrado con un buen montón de contenido con una presentación espectacular. Si la calidad de este evento se mantiene durante los próximos años y amplían poco a poco la superficie disponible para los expositores no nos cabe ninguna duda de que esta feria terminará convirtiéndose en otro gran referente del videojuego a nivel internacional.
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